Siempre se habla de las capacidades o cualidades que debe de tener un vigilante privado y en cada proceso de captación de personal tratamos que nuestra selección sea orientado hacia ese perfil:
Es más, casi que las ofertas de trabajo llevan esas mismas palabras y en ese orden pero siendo realistas, ¿qué porcentaje de aspirantes cubren esas expectativas?
Para nadie es un secreto que cada vez es más difícil encontrar personas cualificadas para casi cualquier actividad u oficio en nuestro país. La fuga de talento es una realidad que todos debemos asumir y por ende nos toca cuidar a nuestro personal. Así como las grandes empresas por lo general tienen sus puestos de trabajo cubiertos, los trabajadores excepcionales también tienen esa etiqueta de NO disponible.
Un país forma su futuro día tras día desde las escuelas que son los cimientos de los doctores, ingenieros, artistas, maestros y hasta el próximo presidente pero ¿Y los vigilantes de seguridad?
Las profesiones y oficios en su mayoría son estudiadas por esas personas que día tras día sueñan y se visualizan en ese puesto de trabajo hasta alcanzarlo pero ¿alguien se visualiza siendo vigilante privado?
En las entrevistas de trabajo son múltiples los perfiles profesionales que se presentan y la selección cada vez es más compleja. Personas jóvenes sin experiencia en el sector, profesionales en algún estudio universitario que no logran conseguir empleo en su área, ex funcionarios policiales o militares en condición de retiro o en proceso de baja entre muchos otros más. Todos deseamos que llegue esa persona con el perfil “perfecto” para cubrir la vacante que tenemos pero ¿cuantos nos atrevemos a correr el riesgo de formarlo?
En Venezuela no existe ningún estudio que forme a una persona, desde cero, como vigilante privado. Hoy por hoy cada empresa de seguridad privada debe formar y capacitar a su personal, haré un pequeño paréntesis acá: la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (UNES) cada cierto tiempo saca un curso de 120 horas académicas impartidos en una semana de formación para acreditar a una persona como vigilante privado. Personas que por lo general llevan 20 años o incluso más ya en dicho oficio ¿pero sus capacidades hasta donde llegan? En algunos países de Europa, España por ejemplo, los vigilantes de seguridad son capacitados como vigilantes de explosivos y sustancias peligrosas o vigilantes para centrales nucleares.
Dichas capacitaciones llevan consigo una formación estricta donde deben aprobar dichos cursos formativos con una nota mínima exigida para poder ejercer sus funciones posteriormente. En nuestro país no es necesario por los momentos especializaciones como esas pero que alucinante sería formar vigilantes privados con al menos un grado medio en primeros auxilios, o en prevención y control de incendios, hasta podríamos pensar que se pudieran formar como negociador y control de crisis. Que provechoso sería para Venezuela que dicho curso (el de la Unes) se reestructurara y desarrolle desde cero al vigilante del mañana.
Hace un tiempo leí un artículo donde un exitoso empresario describía lo que para él son las claves para que cualquier negocio triunfe, decía que son dos ingredientes principales: Sistemas y personas.
Todos tenemos nuestros propios sistemas: Manuales, procedimientos y normas que deben de seguirse al pie de la letra y casi siempre en un orden establecido.
Estos “sistemas” tienen una gran ventaja, si no funcionan simplemente se reescriben y se modifican para alcanzar el objetivo esperado. Hasta acá todo claro pero ¿y las personas? Indudablemente las personas son la parte más importante en esta ecuación porque además de necesitar ciertas características especiales serán las que aplicarán los sistemas, muchas veces aplicándolo según su criterio personal. En los pocos años en el sector donde en la mayoría de los casos hemos contratado personal sin experiencia y se ha decidido formarlos, con sus altos y bajos, han sido múltiples las enseñanzas recibidas y creemos que también tenemos una “fórmula secreta” para obtener al final el vigilante de seguridad idóneo para Generación 5 Seguridad Privada:
Cada empresa y cada puesto de trabajo donde se instalará un vigilante de seguridad tiene sus propias características y necesidades, me explico, nunca será el mismo perfil para un puesto de recepción de personas que para un estacionamiento de gandolas donde se debe organizar a choferes y ayudantes de carga. Por eso cuando hablamos de educación es orientarles y recordarles día a día como debe ser su trato y comportamiento en dicho puesto de trabajo.
Enseñarles a manejar un extintor de incendios, un radio de comunicación, una manguera anti incendios y hasta la importancia de saber si saben conducir o no. Nos hemos encontrado con servicios en empresas productoras de alimentos donde la responsabilidad de manejar la ambulancia en caso de emergencia en el turno nocturno es de personal de vigilancia privada, ¿se imaginan que justamente el día que surja una emergencia el oficial a cargo no sepa manejar?
Nadie puede negar o esconder las múltiples necesidades y retos que enfrentamos día a día en nuestro país y la principal para cualquier persona es económica. Queremos que nuestro personal sepa y sobre todo esté seguro que dentro de nuestro equipo hay oportunidades de crecimiento económico y laboral. Manejamos varios escalafones dentro de nuestras filas para premiar las capacidades y el compromiso para con el trabajo desempeñado.
Esta parte es fundamental para el correcto desarrollo de cualquier trabajo pero en la nuestra es la columna vertebral. Hay personas a las cuales debes darle la instrucción una vez y lo harán siempre correctamente pero también existen otras que necesitan escuchar día tras día que deben hacer para poder realizarlas y ahí es donde entra el personal de supervisión: explicar, orientar, ayudar y atender las necesidades de cada uno de nuestros compañeros es fundamental para dormir cada noche tranquilamente al saber que nuestros oficiales están dando lo mejor de sí por hacer cumplir sus funciones y deberes.
Como amante del mundo de la seguridad no existe trabajo más gratificante y emocionante que saber que podemos brindar esa pequeña sensación de seguridad a las personas. Que un cliente cierre su empresa o negocio por el mes de vacaciones y te diga que se va tranquilo porque eres tú quien queda a cargo de cuidar sus bienes es muy gratificante.
Pero ahora la pregunta del tema principal: ¿Estás esperando el perfil del vigilante idóneo o eres capaz de formarlo?